Es una tendencia muy fuerte que viene para quedarse por varios años, y aunque los hay de todos los precio y en todas las marcas, en la calle es difícil verlos. ¿Por qué? Por el temor que nos deja saber que es una prenda de aquellas que juramos no volver a usar cuando dejamos la infancia.
Ya no hay de qué preocuparse. Hay tanta variedad de estilos y cortes que todas las mujeres pueden encontrar uno que les favorezca.
¿Para qué arriesgarse? Bueno, es una prenda casual, relajada, pero que te hace ver mucho más arreglada que unos jeans. Además de aportar un toque diferente al aburrido look de todos los días.
Algunas sugerencias son: si eres alta ponle un cinto, y algo que llame la atención en tu cuello o cara, si eres petite usa un color sólido para que alargue tu figura, y cuida que no tenga mucha tela para que no parezca la capa de un circo. Cuida también que la parte de la cadera sea holgada.
Aquí hay tres ideas de cómo usarlo en diferentes ocasiones, y después fotos de pasarelas.
Fotografías: Style.com y polyvore.
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